Fondos Europeos de Recuperación, queremos ser corresponsables

Cristina Ribas
5 min readJan 29, 2021

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Una cantidad inimaginable de recursos está a punto de llegar a manos de los estados de la Unión Europea a través de los fondos Next Generation (NGEU). Se trata de la mayor inyección de dinero público de la historia de Europa, 750.000 M € para paliar la crisis provocada por la pandemia del Covid e impulsar, bajo el paraguas de un Green New Deal, el cambio a una economía verde y resiliente.

Por la importancia del momento -quedan muy pocos años para que los trastornos del clima sean irreversibles con las consecuencias terribles que tendrá para la humanidad-, y por responsabilidad, debemos conseguir que NGEU sea de verdad el catalizador de los cambios que necesitamos. Conscientes de lo que nos jugamos, desde que se anunciaron, diversas organizaciones estamos analizando y debatiendo cómo aprovechar esta oportunidad única que, seguro, no volverá a presentarse en mucho tiempo.

Sin embargo, la distribución de los fondos parece que está pensada mayoritariamente desde y a medida de las grandes empresas (Ver la información publicada en El Salto 21/01/21)

El objetivo principal para abordar la crisis es que provoque el menor sufrimiento posible a las personas, empezando por las más vulnerables. Sería decepcionante que el gobierno no cumpliera las promesas de no dejar a nadie atrás e impidiera que las ayudas lleguen al conjunto de la sociedad. La pandemia nos ha hecho tomar consciencia de cómo lo cotidiano: salud, vivienda, servicios, educación, cultura, acceso al espacio público … es lo más importante para nuestro bienestar. Las condiciones estructurales de calidad de vida con justicia ecos social y de género deben ser consecuencia transversal de todas estas ayudas.

Reconvertir puestos de trabajo precarios y/o vinculados a la explotación de recursos fósiles, creando ocupación de calidad, es primordial dada la situación de emergencia climática en la que estamos ¿Cómo puede ser que el anunciado rescate con más de 400 M € a Air Europa no esté orientado en ese sentido sabiendo que los vuelos deberán reducirse y, por tanto, lo más importante será paliar la pérdida de empleos? Es obvio que el turismo en nuestro país necesita superar impactos de precariedad y depredación ambiental, reconvirtiendo y diversificando los puestos de trabajo para no depender de la fragilidad del monocultivo actual. Lo hemos comprobado dramáticamente con la alerta sanitaria, una situación que, por cierto, será cada vez más frecuente según avisa la OMS. Lamentablemente, la propuesta de las grandes empresas de TURISMO en la que se incluye hasta un fondo buitre inmobiliario, pretende perpetuar el mismo modelo, lo que nos hace más vulnerables en un mundo post covid. Incluso el sector de la automoción ya ampliamente subvencionado quiere su parte del pastel: Seat planea junto con Iberdrola y Telefónica un proyecto para el coche eléctrico de 3.750 M €, sobre el que, por cierto, también deberíamos exigir que no sea doblemente financiado desde otros países como Alemania.

La alternativa que planteamos es empujar el cambio a partir del numeroso talento que existe en el ecosistema de Ciencia, Investigación y desarrollo, en la Economía social y solidaria, en el sector cultural, en las pymes, que generan mucho más empleo según el propio gobierno y en tantas iniciativas de la ciudadanía organizada. Hay que ayudar a autónomos y emprendedoras a dar un salto de escala significativo de propuestas que ya sabemos que generan bienestar y empleo, mediante metodologías y formas de organización innovadoras que ya están funcionado en muchos lugares del mundo, también en España aunque sean poco visibles.

Las grandes patronales junto a las cuatro consultoras globales (PWC, EY, Deloitte y KPMG,) son las únicas que podrán elaborar proyectos antes de abril porque cuentan con oficinas técnicas que les ayudarán a trabajar propuestas en clave Next Generation. Una inversión pública que cuanto menos debería repercutir en el conjunto de la sociedad más que en los beneficios privados tal como se están planteando. Véase el convenio entre PWC y la CEOE o el lobby jurídico que ha creado Foment en Cataluña, del cual se ha filtrado un primer documento en el que propone incluso recuperar el trasvase del Ebro. Parece que todo vale.

En el ámbito de la digitalización tampoco vemos nada novedoso como sería crear una alternativa europea a Google en la línea de lo que propone Xnet. Somos escépticas porque los millones invertidos en las últimas décadas no nos han situado en la cumbre de más y mejores servicios digitales, ni han generado riqueza en nuestras comunidades, más bien la han transferido a Silicon Valley desde donde se nos imponen reglas que no hemos ni siquiera discutido y que corren peligro de repetirse con el despliegue del 5G.

A pesar de todas estas alertas queremos ser propositivas y corresponsables con la mayor transición eco social de la Europa post industrial y por ello proponemos dos líneas de trabajo en los próximos meses en colaboración con los gestores de lo público y los gobiernos locales, autonómicos y estatal:

  1. Exigir compromisos a corto plazo de todos los proyectos mediante indicadores del impacto sobre la transición eco social que puedan ser comprobados fácilmente por la ciudadanía. Vincularlos incluso a la devolución de las ayudas si no se cumplen.
  2. Crear una oficina técnica público comunitaria donde pymes, entidades de la ESS, emprendedorxs, autónomxs, investigadorxs, artistas… reciban apoyos en forma de consultoría y asesoramiento para reducir la descomunal disparidad de oportunidades que se está produciendo con las grandes empresas. Es muy importante que la red de resiliencia que ya existe y que se ha activado con la covid reciba soporte para ser más grande y más potente. Esta red podría incluso colaborar con las grandes empresas para asegurar que se incorporan las medidas transversales de equidad, género y justicia eco social.

Reconociendo los retos de los años que tenemos por delante, no son las recetas del Ibex las que nos van a salvar. Necesitamos implicar a la mayoría porque es lo justo pero también para que esta transformación a gran escala sea realmente innovadora, efectiva, debatida y acordada entre todos y todas las afectadas.

Firman este artículo: ODG, Ecologistas en acción, OMAL, XR Barcelona, XR Ibiza, CIDES(centro iniciativas de desarrollo ecosocial), Rebelión por el clima Málaga, Madres por el clima y Feministas por el clima.

Más información:

Open Generation

Money watchers

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Cristina Ribas
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Written by Cristina Ribas

Periodista, profesora de periodismo digital (UPF)

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